La región francesa de Dordoña destaca especialmente por sus valles fluviales, sus espectaculares formaciones rocosas, múltiples castillos medievales y, por supuesto, algunos de los pueblos más bellos de Francia. Además, también es un referente internacional por la riqueza de su patrimonio cultural, que alcanza su punto culminante en el arte rupestre y paleolítico de Lascaux; y por su refinada gastronomía, con productos de lujo como la trufa negra del Périgord o los vinos de Bergerac. Una auténtica experiencia para todos los sentidos.
Este año, un grupo de viajeros y viajeras tuvieron la ocasión de visitar esta bella región entre los días 7 y 13 de junio. Lo hicieron en la mejor de las compañías, con nuestra compañera María Heredia como organizadora y el historiador Pedro Luis Huerta haciendo las funciones de guía. Hoy abrimos sus álbumes personales para enseñaros una pequeña selección de lo mucho que disfrutamos en este viaje.
Brantôme
Una de nuestras primeras visitas fue la Abadía de Brantôme, cuya fundación se ha atribuido tradicionalmente al propio Carlomagno. El edificio es de estilo románico, aunque cuenta con una bóveda gótica y ciertas partes reconstruidas en el siglo XV.
Montignac
En esta localidad tuvimos ocasión de visitar uno de los platos fuertes del viaje: el Centro Internacional del Arte Parietal de Lascaux, que posee una réplica completa e inédita de la cueva y seis salas de exposiciones que describen la historia de su descubrimiento.
Sarlat la Canéda
Además de su catedral y su impresionante torre campanario, en Sarlat la Canéda descubrimos la llamada “Linterna de los Muertos”, una construcción cilíndrica del s. XII, que previsiblemente ejercería como señalización de la presencia de un cementerio.
Souillac
Aquí visitamos la antigua iglesia abacial de Santa María. Este templo del s. XII presenta el doble interés de ofrecer un conjunto esculpido de gran calidad y por ser, junto con la catedral de Cahors, la única iglesia románica conservada con cúpulas en fila de la región del Alto-Quercy.
Beaulieu sur Dordogne
La iglesia abacial de San Pedro de Beaulieu sur Dordogne, del s. XII, es conocida por la espectacularidad de su pórtico románico, en el que destaca la representación del retorno de Cristo al final de los tiempos.
La Roque Gageac
En la localidad de La Roque Gageac, tuvimos la ocasión de recorrer el río Dordoña en gabarra, una embarcación típica de la región.
Castelnaud
Visita al Castillo de Castelnaud. Construido en el siglo XII sobre un espolón rocoso, es un ejemplo perfecto de fortificación medieval. El castillo ofrece unas magníficas vistas del valle, como se ve en la foto, y contiene una gran colección de armas y armaduras.
Cadouin
El claustro de la Abadía de Cadouin, del siglo XV, está considerado una obra maestra del gótico extravagante y es Patrimonio de la Humanidad desde 1998. Aquí podéis ver a nuestro guía de Fundación Santa María la Real, Pedro Luis, explicando todos sus detalles.
Saint-Émilion
En el pueblecito medieval de Saint-Émilion, no solo conocimos su rico patrimonio, sino que disfrutamos de una excelente cata en la bodega Chateau Gaudet, donde nos recibió su propietario.
Gastronomía de lujo
Si por algo se caracterizan nuestros itinerarios, es por la cuidada selección de los menús y restaurantes a los que vamos. En Francia, como no podría ser de otra manera visitamos una granja de ocas y a un productor de trufas (foto). En ambos casos, después de escuchar sus explicaciones, disfrutamos de un menú temático. Bon appétit!
San Sebastián
Y aquí la sorpresa del viaje… De vuelta de Dordoña pasamos por San Sebastián y nos pareció una muy buena ocasión para conocer el Basque Culinary Center, la primera facultad gastronómica de España, que en apenas diez años de vida se ha convertido en un auténtico referente internacional. Por supuesto, allí también comimos.
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