Esta semana hablaremos de nuestro viaje a Languedoc, la región del sureste de Francia que encarna la Edad Media en estado puro. Como comentamos en la presentación de este itinerario, Languedoc es el país de los trovadores que crearon el amor cortés, del románico excepcional, de escarpados paisajes coronados por castillos y fortalezas o de bosques en los que se esconden monasterios. Un lugar que conocemos muy bien, que entronca perfectamente con nuestros gustos y que merece la pena ser descubierto, poco a poco, de la mano de nuestro guía, el historiador Jaime Nuño. A continuación os presentamos las «5 razones para no perderte nuestro viaje a Languedoc».
1. Viajarás cómodamente en tren
Muchos de vosotros nos habías pedido un viaje internacional «sin avión» y aquí estamos siempre para escucharos. En este itinerario saldremos en tren de Madrid, destino Perpignan y volveremos, una semana después, desde Narbona.
2. Descubrirás una auténtica joya jacobea
La Basílica de Saint Sernin de Toulouse es Patrimonio de la Humanidad y se le considera uno de los edificios románicos más grandes de Occidente. Además, es uno de los puntos destacados de la ruta jacobea y desde hace siglos acoge a los peregrinos que van camino de Santiago de Compostela. Fue construida entre los siglos XI y XIV en honor a San Saturnino (Sernin), primer obispo de la ciudad.
3. Te perderás en los detalles de la escultura de Moissac
Moissac es internacionalmente conocida por su célebre abadía de Saint-Pierre, un importantísimo monumento románico que también alcanzó la consideración de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO (1998). También es un hito en lo que se refiere a su escultura, de especial calidad y variedad en los 76 capiteles de su claustro -uno de los pocos que ha conservado su escultura intacta- ; así como en su tímpano esculpido (foto), del que dicen que inspiró al cineasta francés Jean-Jacques Annaud para filmar en 1986 la película sobre «El nombre de la Rosa«.Foto: Josep Renalias.
4. Te fascinarás con el paisaje de Rocamadour
Emplazado sobre un acantilado calizo, el pueblo de Rocamadour domina majestuosamente el cañón del Alzou. Además de por este maravilloso entorno salvaje, el pueblo destaca por el Santuario de Notre Dame, lugar predilecto de peregrinación por la imagen de la Virgen Negra, talla del siglo XII, que hace que cada año infinidad de visitantes y peregrinos acudan al lugar.
5. Degustarás auténticos tesoros culinarios
La gastronomía de Languedoc comparte rasgos con la mediterránea, aunque también se acerca a las cocinas atlánticas y montañesas. Podrás degustar especialidades locales como el cassoulet (un guiso de carnes y judías blancas), la bourride (una especie de bullabesa), la brandada (emulsión de bacalao y aceite de oliva) y la tielle (empanada de calamares o pulpo). También su vino. Languedoc es responsable de más de un tercio de la producción total de vino de Francia. Foto: Serious Eats / Fred Hardy, Ana Kelly, Josh Hoggle.
¿Te apetece conocer más sobre esta bella región francesa? ¡Ven con nosotros a Languedoc. Edad Media en el país de los trovadores, del 7 al 14 de mayo. ¡«Descubre el patrimonio como nunca antes te lo habían enseñado»!