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#CrónicaViajera: Mitología y Dioses en los cielos de Madrid

Hoy nos hacemos eco de una nueva #CrónicaViajera sobre las rutas urbanas que estamos organizando por el Madrid más auténtico y desconocido. Como en otras ocasiones, María Dolores Rebollo, amiga incondicional de Cultur Viajes, nos cuenta como ha sido esta nueva experiencia.  ¡Esperamos que os guste su relato! 

 

Madrid está lleno de diosas y dioses, quimeras, medusas, pegasos y otras representaciones de la mitología clásica.

Continuando con las rutas urbanas, que organiza la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, hemos paseado mirando al cielo, o al menos a las alturas, que es donde se suele colocar los elementos decorativos de los edificios, casi siempre aludiendo a la función desarrollada en los mismos.

El punto de partida fue la glorieta de Carlos V, frente al reloj de la estación de Atocha, sobre el que hay un par de quimeras aladas. La llamada Estación de Mediodía vino a complementar las de Norte o Príncipe Pío y de Delicias.

Desde allí se pudo contemplar a distancia la cuadriga que corona el Palacio de Fomento, actual Ministerio de Agricultura, ya en el Paseo de la Infanta Isabel, las esculturas originales de Querol eran de piedra, las actuales son una reproducción en bronce, las inclemencias del tiempo aconsejaron la sustitución.

A continuación recorrimos el paseo del Prado, también conocido como el Salón del Prado, concebido como un lugar de paseo, el proyecto original tenía forma de hipódromo y se cerraba en las plazas de Atocha y de Cibeles, sería un paseo monumental con esculturas, fuentes de agua, vegetación, junto al Jardín Botánico, al que complementaría y realzaría.

Si bien no se llegó a cerrar, sí que se instalaron parte de los elementos decorativos, a saber, la fuente de la Alcachofa, en la cabecera, actual glorieta de Carlos V, si bien la que contemplamos no es la original, que tuvo que ser retirada cuando se colocó el scalextric, ya desaparecido y se llevó al parque del Retiro, y la de Cibeles, al final.

A lo largo del paseo, hay diversos amorcillos y otros elementos decorativos, como un grupo de cuatro fuentes, junto a la puerta de Murillo del Museo del Prado. Desde allí admiramos el frontispicio de la fachada de Velázquez del Museo del Prado, con imágenes alegóricas a las artes.

El Museo, concebido como gabinete de Historia Natural, acabó siendo el destino de las colecciones reales de pintura, gracias a Fernando VII, pero esto se obvia, de hecho mucha gente no lo sabe y ello es debido a su mala fama, es conocido por el rey felón, y como decía un amigo mío que nada empañe la mala fama adquirida, así que una acción por la que debería ser, si no bien recordado, si al menos un poco considerado, pues nadie es tan malo como para no hacer algo bueno, ni tan bueno como para no tener nada de que arrepentirse, se ignora olímpicamente.

Paseando, paseando, llegamos a Neptuno, la fuente sita en la plaza de Cánovas del Castillo y desde también se puede admirar el Congreso de los Diputados, la Iglesia de los Jerónimos y la Real Academia Española de la Lengua.

Pasada la plaza en mitad del tramo hasta Cibeles, está la fuente de Apolo, también conocida como las Cuatro estaciones, por las esculturas que hay en la base de la estatua del dios, enfrente tenemos la plaza de la Lealtad, en medio de la cual está el obelisco, con una llama permanente, como homenaje a los caídos, se erigió en recuerdo a los héroes del dos de mayo y en la actualidad es un homenaje a los caídos por España, al soldado desconocido.

En la plaza de Cibeles hay mucho que admirar. Empezamos por el palacio de Comunicaciones, que para ello fue diseñado y que en la actualidad es la sede principal del Ayuntamiento. Obra, quizás la más emblemática de Antonio Palacios, reúne una serie de alegorías y dioses mitológicos alrededor de su fachada.

Enfrente se encuentra el Palacio de Linares, cuyo interior es una preciosidad y que tiene una leyenda de voces y llantos que hace unos años llenaron páginas de los periódicos.

Cruzando ya el paseo de Recoletos, se encuentra el Palacio de Buenavista, mandado construir por la duquesa de Alba y actual sede del Cuartel General del Ejército.

Aquí terminó nuestra visita, por razones de horarios de vacunación, pero continuó el resto del grupo y pudieron admirar el Banco de España, el Círculo de Bellas Artes, con su Atenea en la azotea, la sede del Instituto Cervantes, el Edificio Metrópolis, con su mercurio dorado. Esta es una de las estampas más conocidas de Madrid, pues marca el inicio de la Gran Vía y es un edificio muy fotografiado y pintado, ahí está el cuadro de Antonio López.

Volviendo a la calle Alcalá, en el número 31, en lo que fue sede de un banco se encuentra la Consejería de Cultura de la Comunidad y junto a ella la Iglesia de las Calatravas, enfrente el edificio del BBVA, con sus espectaculares cuadrigas.

En la calle de la Virgen de los Peligros tenemos la sede de la Unión y el Fénix, con la imagen del ave fénix por las alturas y de allí a la Gran Vía, para admirar las estatuas de Diana cazadora y de Gamínedes y del Romano.

Todo ello muy bien contado por Sonia Recio y aderezado con esos cotilleos y chascarrillos que tan simpáticos resultan y contamos, además, con la siempre estimulante compañía de María Heredia

Una visita muy interesante, que hay que ver todo lo que hay que ver en Madrid y cuando desconocemos, de lo que hay, de lo que simboliza y de porqué se puso, tanto queda por aprender que no habrá otra solución que repetir.

Muchas gracias también a las compañeras paseadoras y hasta la próxima.

 

María Dolores Rebollo

Participante en la ruta ‘Mitología y dioses en los cielos de Madrid’

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