A todos nos encanta que nos cuenten historias antiguas, disfrutamos cuando alguien nos narra sucesos pasados. Cerramos los ojos y, como si tuviéramos una máquina del tiempo, retrocedemos a aquellos siglos donde nuestros antepasados luchaban, buscaban y amaban de forma diferente. Todos nos hemos sentido por unos momentos protagonistas de batallas, habitantes de castillos y observadores de viejas costumbres.
Sin duda, todos hemos soñado despiertos.
¿Y si te dijera qué es posible que esas historias se hagan realidad? Todo eso que hemos imaginado alguna vez, ha quedado capturado en una serie de pequeños pueblos que han recibido el nombre de “Aldeias Históricas de Portugal”.
Siempre he dicho que lo mejor para entender la historia es sentirla, y en cada Aldeia esto es posible, pues pasear por ellas es respirar el legado de nuestros antepasados. Cada iglesia, cada castillo, cada resto…guarda una historia que espera ser escuchada.
Su posición estratégica ha hecho que sean emplazamientos codiciados durante siglos por diferentes civilizaciones. Romanos y visigodos, musulmanes, judíos y cristianos han dejado su huella en las distintas Aldeias. Pasear por sus calles es respirar la convivencia entre las tres religiones y asistir a las luchas fronterizas, donde los reyes buscaban marcar su poder. Estos enfrentamientos llevaron a que cada una de ellas se dotará de defensas que han resistido al envite del tiempo y, que a día de hoy, podemos admirar como baluartes de tiempos pasados.
Doce son las Aldeias Históricas de Portugal: Almeida, con su característica muralla con forma de estrella; Monsanto, la aldea más portuguesa de Portugal; Idanha-a-Velha, antigua Egitania; Belmonte, cuna del descubridor de Brasil; Castelo Novo y sus sinuosas callejuelas; Piódão con sus casas en bancales; Castelo Rodrigo, punto de conflicto entre Portugal y los reinos de León y Castilla; Trancoso, lugar codiciado por reyes; Sortelha, custodia de la esencia medieval; Marialva, habitada desde tiempos remotos; Linhares da Beira, tribu de los lusitanos y Castelo Mendo, casa del gobernador Mendo Mendes. La belleza del paisaje en el que se enclavan, unida a la paz que se siente, hace que su visita sea difícil de olvidar.
Sigamos soñando despiertos, pero también abramos los ojos y busquemos la historia más allá de los libros, pues cada resto que se ha conservado es un testimonio perfectamente válido para entender el devenir de los tiempos. Y como dijo el gran José Saramago “hay lugares por lo que se pasa y lugares a los que se va”. ¿Nos vamos juntos a las Aldeias Históricas de Portugal?
Texto de Cristina Párbole, guía que nos acompañará del 9 al 13 de junio en la ruta Aldeias Históricas de Portugal. Entre la Serra da Estrela y los Arribes del Duero. Haz clic para más información y reservas.
