De los menhires de Obélix a un “cómic” del siglo XI, curiosidades de nuestro viaje a Bretaña
Jaime García Prado
«Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor.» ¿A quién no le suena esta introducción? Es el inicio de los famosísimos cómics de Astérix y Obélix, héroes entrañables de la antigua Armórica; una región que, entre otros territorios, comprendía la actual Bretaña.
Y hasta allí es donde se han desplazado los amigos y amigas que nos han acompañado en el último viaje de Cultur: a la Bretaña, la región de Francia conocida en todo el mundo por ser un referente de la Cultura Megalítica. Especialmente por sus menhires, esos grandes bloques de piedra que repartía por la Galia el simpático Obélix, pese a no tener nada que ver con la cultura gala. Estos gigantes pétreos, como saben, son más bien del Neolítico.
Lo que sí es seguro, es que muchos amigos viajeros se acordaron del personaje creado por Goscinny y Uderzo al estar delante del majestuoso Menhir de Champ Dolent, que impresionó al mismísimo Stendhal con sus 9 metros de altura y sus 50 toneladas. No hay constancia de que al escritor le diese el mal al que había dado nombre unos años atrás, pero por lo menos exclamaría un ¡Por Tutatis! Normal. Es uno de los mejores ejemplos de su tipología. Monumento Histórico desde 1889.
No contentos con eso, nuestro recorrido también hizo parada en Carnac, una comuna francesa del departamento de Morbihan -al sur de la península bretona-, que es conocida por sus Alineamientos de Menhires. ¿No queríamos monumentos megalíticos? ¡Pues toma dos tazas! Con sus casi 4.000 piedras hincadas a lo largo de 40 hectáreas, Carnac es el monumento prehistórico más extenso del mundo. Casi tan extenso como las leyendas y teorías que lo envuelven…
Josselin, el castillo de dos caras
Saltemos ahora en el tiempo y vayamos hasta la Edad Media para conocer otro de los platos fuertes de este viaje: el Castillo de Josselin. Ya no estamos en un cómic, pero bien podríamos estar en un cuento de caballeros y princesas, ya que este impresionante lugar fue bastión en numerosas batallas entre los Duques de Rohan y sus vecinos.
Pero si algo llama la atención de este edificio es su doble fachada, que ha dejado boquiabierto a más de uno de nuestros amigos viajeros. De un lado, la fortaleza medieval, inexpugnable, densa; que recorta varias de sus torres originales sobre las aguas del río Oust. Del otro, la residencia palaciega añadida entorno al año 1500 y cuya fachada renacentista nos recuerda a los clásicos châteaux franceses. Una “cara” y una “cruz” que, lejos de molestar, casan a la perfección y dotan al conjunto de un encanto especial.
El Tapiz de Bayeux, primer “comic histórico”
Retrocedamos ahora unos cuatro siglos, aproximadamente, para conocer la última de las paradas por los lugares más interesantes de nuestro viaje. Y casualmente, no, no estaba en Bretaña, sino que dimos un salto a la vecina Normandía para conocer el curiosísimo Tapiz de Bayeux o de la Reina Matilde.
Considerado para muchos como uno de los iconos del Medievo francés, este gigantesco lienzo bordado de casi 70 metros de largo representa la conquista del Reino de Inglaterra por los normandos, con especial atención a la batalla de Hastings y a la muerte del rey Harold. Viñeta a viñeta, como si de un cómic se tratara, las 58 escenas que lo componen representan uno de los documentos medievales más relevantes de la Historia.
Con esta pieza única acabo mi relato, que en formato cómic, cuento o novela no ha pretendido ser otra cosa que un repaso por algunos de los puntos clave que nuestros viajeros han destacado a lo largo de su recorrido por Bretaña. Pero hubo mucho más. Aunque esa, es ya otra historia…
PRÓXIMOS VIAJES CULTURALES:
Estambul y Capadocia. Del Cuerno de Oro al hogar de las hadas. Del 7 al 13 de octubre.
Venecia y costa croata. El legado cultural del Stato da Mar. Del 18 al 25 de octubre.