Andalucía. Crucero por el Guadalquivir

Nos desplazaremos a Sanlúcar de Barrameda. Puerto de entrada, o de salida, del Guadalquivir, ya desde la Prehistoria y sobre todo desde la Edad Media, jugó un importante papel como estación marítima. De aquí partió en 1519 la expedición de Magallanes y Elcano que daría la primera vuelta al mundo y en aquellos años vivió la ciudad su época dorada, bajo el dominio de la poderosísima familia de los Guzmán, duques de Medina Sidonia. Estos levantaron el castillo de Santiago, el gran palacio que fue la sede del linaje y hoy alberga su histórico archivo, así como una llamativa lonja de mercaderes, obra gótica conocida como Las Covachas. Sanlúcar truncó su desarrollo a mediados del siglo XVII, cuando tuvo lugar la llamada Conspiración del duque de Medina Sidonia, extraño y muy poco conocido episodio que pudo cambiar la historia de España.

Tras la comida, se visitará Jerez de la Frontera, fundada por los romanos en un lugar de gran riqueza agrícola, fue consagrada por ello a la diosa Ceres, de donde procede su nombre actual. Experimentó gran desarrollo en época musulmana y continuó progresando una vez que pasó a manos castellanas en el siglo XIII. Gracias al comercio con América, Jerez se convirtió en una de las ciudades más grandes del reino, con una creciente expansión de sus vinos finos que la han hecho mundialmente famosa, una fama a la que más recientemente ha contribuido también de forma muy notable el flamenco. Cuenta con más de dos docenas de palacios y casonas y con cerca de cuarenta iglesias, conventos y ermitas; destacando su catedral, obra de los siglos XVII y XVIII, que alberga obras de Zurbarán y que es conocida también por su peculiar matraca.

Cena libre y alojamiento en el Parador Nacional de Arcos de la Frontera ****

Por la mañana se visitará Olvera, que es un pueblo de poderosa estampa, dominada por el castillo de origen árabe ‒dispuesto sobre una roca‒ y por la esbelta y torreada iglesia neoclásica de la Encarnación. «Pueblo blanco», menos conocido que otros, se halla rodeado de olivares que producen un aceite valorado por su calidad, un reconocimiento que también alcanza a las variadas chacinas que aquí se elaboran.

Tras la comida nos desplazaremos a Arcos de la Frontera, uno de los más célebres «pueblos blancos» de la Sierra de Cádiz. Con su típico caserío encalado, apiñado, se encarama en lo alto de un cerro, dominando el amplio territorio que forma su jurisdicción. Sobre su cima destacan el castillo y las iglesias de la Asunción y de San Pedro. Fue patria del popular Tragabuches, torero, cantaor, contrabandista y, a la postre, bandolero, uno de esos personajes que entre los siglos XVIII y XIX poblaron estas serranías andaluzas y que fueron el mejor reclamo para numerosos viajeros románticos, ingleses y franceses, que buscaban en ellos las esencias españolas.

Cena de despedida y alojamiento en Parador Nacional de Arcos de la Frontera ****

De camino a Sevilla visitaremos las ruinas de Itálica. Considerada la primera ciudad fundada por Roma fuera de la península itálica, fue patria del emperador Trajano y, quizás también, de Adriano. Sus ruinas ya llamaron la atención de muchos curiosos y de algún poeta hace siglos, admirados por la monumentalidad de unas construcciones que, a pesar del abandono y de los saqueos, eran aún sorprendentes. Las excavaciones arqueológicas han permitido recuperar notables edificios, como las murallas, el teatro y el anfiteatro, varios acueductos y termas, así como un conjunto de mansiones aristocráticas decoradas con mosaicos.

Tras la comida en Santiponce, nos dirigiremos a la estación de AVE de Sevilla, donde tenemos prevista la salida a las 17,30 h. Llegaremos a Madrid a las 20,10 h.